La columna de Jean Paul Alesi, 15ª Entrega: "A mal tiempo, buena cara"

Estimados, me alegro de haber podido participar al final. Un episodio fuerte de gastroenteritis de mi peque
finalizó ayer tarde felizmente cuando vimos que merendó y cenó con buen apetito, y sin "soltar la grava".

Ahora, en el momento en el que os escribo, el que suelta la grava soy yo. Cosas de los virus...

Bueno, al grano. Mi preparación de la carrera no fue de las mejores en comparación con otras, lo que no
me impidió hacer un micro-ensayo el Miércoles por la noche. La estrategia para esta carrera: NON-STOP.

La clasificatoria nos concedió el placer de ver junto a Chals, a un taxista volador imparable. Detrás de
ellos, Oskar y yo dispuestos a aguarles la fiesta. Kimi, algo deslucido en entrenos, compartía la línea final con
Tiago. Tuan y José Manuel, han perdido el lustre de otras ocasiones, pero ahí estaban, expectantes con
sus Mclaren.

La primera vuelta de la salida definitiva tuvo buenos momentos de emoción, con Taxista tomando la alternativa
y detrás de ellos, un servidor, Oskar, y Kimi. Un forcejeo entre Taxista y Chals en "Les Combes" delante de mí hizo que
no viese las cosas muy claras, con lo que me distraje y perdi la trazada buena. En ese instante, tanto
Kimi como Oskar dieron buena cuenta de mí. Curvas más tarde, no desaproveché una breve excursión de Kimi
por los bancales belgas en la zona de "Les Fagnes" y volví a estar detrás de Oskar.
Mi coche no iba nada mal, tenía la sensación de que me dejaba unas décimas aquí y
otras allá, pero seguía el ritmo de Oskar e iba cómodo.

Mi intención inicial: instalarme en la 4ª plaza en las primeras vueltas detrás de Oskar porque estaba convencido
de que las estrategias serían así: Taxista pararía, Chals no pararía y Oskar tampoco. Eso me daba la opción clara de
podium porque yo no iba a parar tampoco.

Y he ahí que durante la segunda vuelta, marcando a Oskar y habiendo dejado ya a Kimi unos segundos atrás,
no se me ocurre mejor idea que tomar el viraje a izquierdas en bajada de "Rivage" sin contemplaciones.
A lo kamikaze, vaya, hablando claro: "Voy a asustar a Oskar". Y el susto me lo llevé yo. Susto y hostia, claro.
Hostión de libro: a fondo, pisas hierba, se te cruza el coche, y de morro al otro lado. OLÉ!
El cono y el alerón delantero están aún volando por el cielo belga.

Fue un momentazo de trastorno bipolar: sacando la calculadora, y a la vez explorando los límites. Pues nada,
cagada extrema. Sin morro, y con una rueda mirando a Monforte, toco arrastrar el coche hasta boxes durante
más de media vuelta, en un circuito tan "chiquitín" como Spa. Cuando salía de boxes, destacar 2 cosas:
- repetía sin parar: COÑO COÑO COÑO COÑO COÑO COÑO COÑO......
- Y lo más gratificante: déficit de más de 40 segundos con el siguiente que era Deivid.
A esto en inglés se le dice: END OF STORY.

Por parte mía, poco más que añadir, tenía que arañar puntos como fuese. A esto me ayudó el abandono
prematuro de José Manuel, y con el paso de las vueltas el percance de Tiago, pude dar cuenta de DeividMF.

Pero no tenía coche para atacar a Tuan y Kimi, quienes salieron de sus paradas delante de mis narices.
No llevaba un F1, el pobre era un Dodge 3700 necesitado de un alineado urgente

Por lo menos, final más felíz de lo esperado, una 6ª plaza no es una maravilla, pero preferible a un
abandono.

Nos vemos en Singapur!